Muchas veces hemos oído hablar de las alergias alimentarias, pero ¿realmente sabemos qué son?.

La alergia alimentaria es una respuesta anormal del cuerpo, del sistema inmunitario, a ciertos alimentos. Es importante saber que la alergia a un alimento es diferente de la intolerancia a un alimento, la cual no afecta al sistema inmunológico, aunque algunos síntomas pueden ser comunes. En la alergia alimentaria, el sistema inmunitario detecta una sustancia peligrosa en un alimento completamente benigno. El organismo segrega entonces unos anticuerpos y, a partir de este momento, todo funciona como si el cuerpo se encontrase en presencia de un veneno.

Existen diferentes tipos de alergias. Las más graves son las menos frecuentes, pero todas son bastante molestas, ya que, en lo que respecta a la nutrición, resulta bastante difícil llevar una vida diaria normal porque es imposible comer como todo el mundo.

Causas de las alergias alimentarias

Antes de tener una reacción alérgica a los alimentos, un niño sensible debe haber estado expuesto al alimento por lo menos una vez con anterioridad, o podría también estar sensibilizado a través de la leche materna. Los síntomas alérgicos se presentan la segunda vez que el niño come el alimento. Esta vez, los anticuerpos IgE reaccionan con el alimento y se liberan las histaminas que causan que su hijo experimente sarpullido, asma, comezón en la boca, dificultad para respirar, dolor de estómago, vómitos y, o diarrea.

Una alimentación muy variada demasiado pronto en el bebé puede provocar alergias, puesto que su organismo no está preparado para asimilar cualquier tipo de alimento. La leche debe ser su principal alimento, hasta los cuatro meses de edad. Y sobre todo, hay que tener en cuenta que, un niño que toma el pecho tiene menos posibilidades de desarrollar alergias que un niño que se alimente con leche de sustitución.

Los alimentos que consumimos actualmente son cada vez más industriales y los componentes de los platos preparados son más complejos que una comida preparada en casa.

Alimentos más alérgicos

Se puede tener alergia a todos los alimentos, pero existe un listado de alimentos considerados los más alérgicos. Estos alimentos son:

· Leche
· Huevos
· Frutos secos
· Trigo
· Soja
· Marisco
· Pescados
· Frutos secos

Los huevos, la leche y el cacahuete o maní son las causas más comunes de las alergias alimentarias en los niños, incluyendo también el trigo, la soja y los frutos secos. El maní, los frutos secos, el pescado y el marisco normalmente causan las reacciones más severas. Cerca de 6 a 8 % de los niños tienen alergias alimentarias. Aunque la mayoría de los niños superan con la edad sus alergias. A diferencia de otras, las alergias al maní, a los frutos secos y al marisco pueden durar toda la vida.

Cómo evitar la alergia alimentaria

La mejor forma de evitar la alergia alimentaria es leyendo las etiquetas de los productos, cuando vayas a comprar.
Un niño alérgico a la leche o a las patatas, es algo que no resulta simple en la vida diaria, hay que armarse de paciencia en el supermercado para poder descifrar las etiquetas de los productos que vas a comprar.

También existe un concepto denominado «alergias camufladas», que son aquellos alimentos que aparentemente no tienen nada que ver, pero contienen las mismas sustancias alérgenas.

Síntomas de la alergia alimentaria

Existen multitud de síntomas como respuesta a una alergia alimentaria, pero las más comunes son: vómitos, diarrea, sarpullidos, hinchazón, calambres, eczema; hinchazón de los labios, la lengua o la boca; opresión en la garganta, dificultad para respirar, respiración sibilante y presión sanguínea baja.

Para determinar la gravedad de la alergia, te puedes guiar por las siguientes reglas:

· Si el niño presenta pequeñas lesiones cutáneas y/o grandes picores + diarreas o estreñimientos crónicos, es que el niño presenta una ligera alergia, siempre que los síntomas aparezcan 24 horas después de haber ingerido la comida.

· Si el niño presenta reacciones cutáneas muy rápidas, normalmente tras la ingestión de la comida, se trata de una alergia más grave. En este caso, hay que consultar rápidamente al médico.

· Finalmente, el síntoma más grave de alergia, es la parada cardíaca.

Es muy importante que, en cuanto a la alimentación de los más pequeños, siempre hay que estar atentos a las primeras reacciones más ligeras, porque si se acude rápidamente al médico, y con las pruebas oportunas, se pueden evitar la mayor parte de las alergias alimentarias más graves.

Prevención alergias alimentarias

No podemos prevenir el desarrollo de las alergias alimentarias, pero siempre podemos optar por intentar retrasarlas en los bebés, siguiendo estas pautas:

· Si es posible, amamanta a tu bebé durante los primeros seis meses.
· No le des alimentos sólidos a tu bebé hasta que tenga seis meses de edad o más (mejor cuando te lo indique tu pediatra).
· Evita la leche de vaca, el trigo, los huevos, el maní y el pescado durante el primer año de vida de tu bebé.

Pruebas de detección de alergias

Una vez detectada alguna reacción alérgica, alimentaria o no, deberíamos acudir al pediatra. Para realizar el test, el médico suele realizar una serie de pinchazos en el brazo del niño, para poder saber si reacciona a ciertas sustancias. Y él mejor que nadie, te indicará que pasos has de seguir o qué alimentos evitar.

Consejos sobre alergias alimentarias

Como hemos comentado antes, las alergias alimentarias no se pueden prevenir, pero si en algún momento ves que tu bebe presenta algunos de los síntomas que hemos visto anteriormente, lo mejor será anotar qué comida ha tomado el niño. De esta forma, ayudarás al médico a descubrir qué es lo que ha provocado dicha alergia.

Normalmente, en la vida diaria, se retira totalmente la sustancia alérgena de la alimentación del niño. La mayor parte de las alergias desaparecen poco a poco cuando el niño crece, pero solamente se produce cuando se le ha retirado de su alimentación la sustancia causante de la alergia, si no la alergia puede acabar agravándose.