La leche materna es el mejor alimento para el bebé, ya que contiene todos los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo del niño. Además, este tipo de lactancia protege al bebé de enfermedades e infecciones, disminuye el riesgo de sufrir alergias, pues sus componentes no son alérgenos, favorece la maduración del aparato gastrointestinal, regula el apetito del bebé y le ayuda a estimular el gusto y el olfato, y refuerza la unión entre la madre y el niño, gracias al contacto íntimo que se establece durante la toma.

lactancia2Las madres que deciden optar por este tipo de lactancia, deben tener en cuenta que, para empezar con buen pie, lo mejor es amamantar al bebé desde las primeras horas de vida. Con esto conseguimos estimular la subida de la leche y se habituará al niño a actuar por instinto. Aunque también has de saber que es completamente normal que las nuevas mamás se encuentren con alguna que otra dificultad. Cuando queramos dar el pecho lo importante es no desanimarse y tener en cuenta que, para dar el pecho, también hace falta práctica.

Para que puedas afrontar mejor las primeras tomas, te damos una serie de consejos que te serán muy útiles en el momento de dar el pecho:

– Si has decidido que quieres darle el pecho a tu bebé, hay que prepararse psicológicamente, ya desde el embarazo. Los expertos afirman que las condiciones psicológicas de la madre tienen una gran importancia en el proceso de formación de la leche. Además, es muy importante que la madre confíe en su propia capacidad para amamantar al bebé y dejar a un lado sus miedos y angustias.

– En el momento de dar el pecho, has de estar tranquila y relajada. Debes encontrar un lugar agradable donde puedas relajarte y dar cómodamente el pecho al bebé. Cuanto más tranquila te encuentres, más fácil te resultará dar de mamar a tu bebé.

– Elige la posición más adecuada. Normalmente, a las nuevas mamás se les recomienda que sostengan en brazos al bebé de manera que su naricita quede a la altura del pezón. De esta forma, podrá olerlo, orientarse con tranquilidad y, al final, cogerlo por debajo con la boca. A pesar de esto, conviene que, la madre cuente con el asesoramiento de una matrona, al menos las primeras veces, para saber si el pequeño se ha cogido correctamente al pecho.