Para planificar tu alimentación y llevar un estilo de vida saludable, te ofrecemos doce pequeños consejos que te serán muy útiles.

1 – Comer sano: Comer sano contribuye a tu salud y binestar, y es muy importante para proteger tu organismo, y el de los tuyos de las enfermedades. Planificar una dieta saludable no es muy difícil si conoces los valores nutritivos de los alimentos. Si quieres un punto de referencia, puedes seguir nuestra guía «Comer sano», basada en la pirámide de nutrición NAOS.

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2 – Desayuna bien: Un desayuno completo te cargará las pilas para empezar el día con mucha energía, pero también te hará sentir mejor y te cansarás menos en tus tareas diarias. Para tomar un desayuno completo no olvides consumir lácteos, pan o cereales y fruta. Es muy importante que no te saltes ningún desayuno, el simple hecho de hacerlo te llevará a incrementar el riesgo de obesidad porque se tiende a picar entre horas o llegar a la siguiente comida con mucha más hambre.

3 – Muévete: Para estar más sano es imprescindible moverse y vivir activo. Abandona el ascensor, sube y baja escaleras, camina, practica algún tipo de actividad física, durante un mínimo de treinta minutos al día.

4 – Haz deporte: Hacer ejercicio o practicar un deporte no es solo divertido, además supone una magnífica oportunidad para cuidar tu salud al mismo tiempo. Elige el deporte o ejercicio que mejor se adapte a ti, a tus gustos o a tus circunstancias, y prepárate para pasar un buen rato, mientras te cuidas.

5 – Bebe agua: Para quitar la sed, lo mejor es beber agua. Hidrátate y bebe agua, tengas o no tengas sed. El agua es muy importante, sobre todo cuando haces ejercicios. Tu cuerpo te lo agradecerá.

6 – Come hidratos de carbono: Come de cuchara, los hidratos de carbono son la base de una buena alimentación. Los llamados «platos de cuchara» forman parte de la tradición y la cultura gastronómica de muchos países. Los ingredientes principales de un buen plato de cuchara son las legumbres: lentejas, guisantes, judías, garbanzos, …. todos ellos son muy saludables, y nos proporcionan los nutrientes necesarios para llevar un estilo de vida y una dieta saludable. Además, los puedes acompañar de cereal, como pan, maíz, arroz, cuscús, así como de productos integrales.

7 – Frutas y verduras: Tomar cinco raciones de frutas y verduras al día es muy fácil. Por ejemplo: puedes tomar dos raciones de verduras, en ensaladas, cocidas o rehogadas, y las frutas como postre, para desayunar o merendar. Lo ideal será consumir frutas, verduras y hortalizas frescas y de temporada.

8 – Consume alimentos con fibra: La fibra es esencial para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Por desgracia, la fibra sólo se encuentra en alimentos de origen vegetal, por eso debes consumir con mucha frecuencia cereales integrales, legumbres, verduras, hortalizas y frutos secos.

9 – Consume pescados: Aunque se trate de uno de los alimentos más olvidados en muchos hogares, has de tener en cuenta que el pescado es muy importante para llevar una dieta sana y equilibrada. Lo ideal será tomarlo de tres a cuatro veces a la semana. En el mercado encontrarás muchas variedades de pescados.

10 – Reduce las grasas: Las grasas son perjudiciales para nuestra salud, tanto las de origen animal como las de origen vegetal (aceites de coco, palma o palmiste), por lo que debemos reducir su consumo. Pero también existen grasas que, consumidas con moderación, son beneficiosas y deben formar parte de nuestra dieta, como la que se encuentra en el pescado azul (sardinas, boquerones, salmón, caballa) o en el aceite de oliva.

11 – Reduce el consumo de sal: Para sazonar nuestros alimentos, no es necesario recurrir siempre a la sal. Deja la sal en el salero e introduce el uso de hierbas aromáticas, apio, vinagre o especias para añadir más sabor a tus comidas.

12 – Mantén un peso equilibrado: Consulta tu Índice de Masa Corporal para comprobar tu peso. Si tienes sobrepeso ponte en manos de un médico o profesional de la salud. Recuerda que, las dietas mágicas prometen perder peso en poco tiempo, pero con peligrosas para la salud.

Además de estos consejos, no olvides consumir productos lácteos. Su fuente de calcio es básico para fortalecer tus huesos. Si no toleras la leche, puedes tomar otros alimentos ricos en calcio, como yogur, queso, batidos de soja, algas, sardinas enlatadas, frutos secos, legumbres, semillas de sésamo, etcétera.

No abuses de alimentos precocinados, ni de bebidas refrescantes. Es mejor sustituir los refrescos por zumos de frutas hechos por ti, ya que los zumos envasados contienen mucho azúcar. Y por supuesto, evita el consumo de alcohol, o por lo menos, hazlo de forma moderada y esporádica.