La otitis es la causa más común de consulta al pediatra en los niños, ya que es fácil adquirirla, sobre todo en los niños pequeños. Las otitis o infecciones del oído suelen estar causadas por la presencia de bacterias en el oído medio, por detrás del tímpano.

Por la manera en cómo está formado el oído en los niños más pequeños, hace que sea fácil que adquieran infecciones a nivel del oído. Pero además, existen otros factores que hacen que los niños puedan sufrir de una otitis más fácilmente que los adultos, como son la alimentación con biberón, mala alimentación y el tabaquismo por parte de los padres.

Los principales síntomas de una otitis son: fiebre alta y llanto o exceso de irritabilidad. Si tu niño ha pasado por un catarro, llora sin cesar y se lleva las manos a las orejas, es muy probable que tenga una infección de oídos. Algunos niños presentan tanto dolor que son incapaces de dormir incluso de noche. Si tu pequeño presenta alguno de estos síntomas, no dudes en acudir al pediatra, para que pueda valorar y determinar que grado de otitis sufre el niño e indicar cuál es el mejor tratamiento para curarlo.

Para curar las infecciones del oído y las otitis externa es necesaria la toma de medicamentos, (antibióticos y analgésicos), por eso es de vital importancia acudir al médico, para que pueda determinar qué tomar, cómo y cuánto. Ahora bien, para tratar de evitar las infecciones en el conducto auditivo, lo que denominamos otitis externa es muy importante llevar una higiene adecuada, y sobre todo no introducir objetos en los oídos que puedan lesionar la piel que cubre el conducto. A pesar de todo esto, la vacunación es la única manera efectiva de prevenir la otitis. Es muy importante administrar cada vacuna en la edad recomendada y contra las bacterias correspondientes. ¿Que tal si le haces una visita a tu pediatra y le pides que te ponga al día en el calendario de vacunación de tus hijos?