En nuestra guía «El llanto del bebé» te indicábamos cuáles eran los principales motivos del llanto del bebé. En esta ocasión, te vamos a explicar los principales motivos por los que un bebé puede llorar, y por supuesto, qué debes hacer para calmar a tu bebé en cada situación.

Seguramente, en alguna ocasión te has preguntado «¿Por qué llora mi bebé?». Existen varios motivos principales por los que un bebé puede llorar, para que sepas cómo actuar en cada momento te vamos a poner un ejemplo de cada situación, que te serán realmente útiles para saber por qué tu bebé llora en cada momento.

· Tu bebé tiene o siente hambre: Es el principal motivo por el que un bebé puede llorar, independientemente de su edad. Aunque las primeras horas con tu bebé puedas volverte loca, pronto aprenderás a reconocer las señales que tu bebé emite cada vez que tiene hambre. Cuando un bebé tiene hambre suele estar inquieto, hace ruidos y en el momento de cogerlo en brazos empieza a buscar tu pecho para succionar. Lo ideal será anticiparte al llanto y darle de comer antes de que tu bebé se impaciente.

Al ser el principal motivo por el que un bebé puede llorar, lo primero que deberás hacer es comprobar si tiene hambre, cada vez que llore.

· Tu bebé necesita que le cambien el pañal: Tras la necesidad de saciar su apetito, la necesidad de que le cambien el pañal, suele ser otro de los motivos principales por los que lloran los bebés. Algunos pequeños necesitan que les cambien el pañal de inmediato, por lo que te lo dirá de su forma, llorando. Otros bebés, en cambio, no se sienten molestos cuando el pañal se ensucia, por lo que tardan más en llorar, y lo harán únicamente cuando ya se encuentran molestos. Ante esta situación, la mejor solución es cambiarle el pañal siempre que puedas. Recuerda que el pañal mojado puede irritar el culito de tu bebé. Lo ideal será que cambies su pañal cada vez que te huela mal y/o después de cada comida, aunque lo veas limpio.

· Tu bebé no se siente bien: Si acabas de dar de comer a tu bebé y has comprobado que está cómodo y limpio, pero tu bebé todavía sigue llorando, tómale la temperatura para estar segura de que no está enfermo. El llanto de un bebé enfermo suele diferenciarse del llanto de un bebé que tiene hambre por ser más fuerte e incontrolable, pronto aprenderás a diferenciar cuándo el llanto de tu bebé es una señal de alarma de que no se encuentra bien y necesita que lo lleves al pediatra. Recuerda que a veces algo tan simple como la etiqueta de una prenda de ropa también puede hacer que tu bebé se sienta incómodo.

· Tu bebé siente frío o calor: A los bebés les gusta estar abrigados y calentitos, pero con soltura, que se puedan mover con comodidad. Por norma general, necesitan tener una prenda de abrigo más que un adulto, hasta que poco a poco se vayan acostumbrando a la temperatura exterior. Recuerda que durante nueve meses, aproximadamente, tu bebé ha estado en tu interior protegido del frío y del calor, por lo que necesitan un tiempo para acostumbrarse. Si tu bebé siente frío o calor te lo dirá de la única forma que sabe de comunicarse, llorando.

· Tu bebé está cansado: Aunque los bebés tengan un ritmo de vida totalmente diferente al nuestro y les gusta que les presten mucha atención, en ocasiones, si reciben demasiados estímulos pueden llegar a agotarse y sentirse cansados, entrando en una crisis de llanto. Algunos bebés suelen tener un momento al final del día en la que están más cansados, rompen a llorar y les cuesta más calmarse, aparentemente sin ningún motivo. Has de tener en cuenta, que los recién nacidos tienen dificultades para procesar toda la estimulación que reciben, y pueden sentirse abrumados cuando hay demasiada actividad. El llanto es su forma de expresar que ya han tenido suficiente estimulación en ese mismo día. Llévalo a algún lugar tranquilo, consuela a tu bebé mientras se desahoga un rato e intenta que se duerma.

· Tu bebé necesita tus brazos: Los bebés necesitan muchos mimos. Les gusta sentir que estás ahí con ellos, ver las caras de sus padres, escuchar sus voces y sentir los latidos de su corazón. Aprovecha el rato de después de comer, para hacer eructar a tu bebé, cambiar su pañal, y pasar un rato con él, aunque sea tenerlo en brazos durante unos minutos. Con la simple acción de tenerlo en brazos un ratito, no lo estarás malcriando, durante los primeros meses de vida, los bebés lo necesitan. Hay bebés que exigen mucha atención, mientras otros pueden pasarse largos periodos de tiempo entreteniéndose solos. Si a tu bebé le gusta que le presten atención, cógelo, llévalo en una mochila delantera portabebés o tenlo a tu lado.

· Tu bebé llora sin motivo: Es posible que tu bebé empiece a llorar y tras probar los anteriores motivos, no consigas entender qué le está ocurriendo. Algunos recién nacidos pasan por periodos de nerviosismo durante los cuales no consiguen calmarse, periodos que pueden durar desde unos minutos de llanto hasta transformarse en un auténtico cólico. Cólico es el término que se utiliza para explicar el llanto inconsolable de un bebé durante por lo menos tres horas durante el día y como mínimo tres días a la semana. Aunque tu bebé no llore durante todo este tiempo, estos episodios pueden ser difíciles para ti. Si necesitas ayuda, lo mejor será acudir al pediatra.