Antes de recurrir a medicamentos, ¿Por qué no recurrir a la medicina natural? Te presentamos una serie de alternativas caseras y naturales, a los que puedes acudir en el caso de que tus hijos tengan alguna molestia puntual, sin necesidad de ir al médico o pediatra, y por supuesto sin recurrir a medicamentos. Antes de hacer uso de estos remedios, has de tener en cuenta que nada se compara ni sustituye a la consulta con un pediatra, pero al menos te pueden ahorrar una visita, antes de tratar el problema con el profesional.

Bee working on Flower

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Dolor de dientes: Si a tu bebé tiene molestias o le duelen los dientes, puedes acudir a tu farmacia para comprar mordedores de plástico blanco, aquellos que se pueden llenar su interior de agua. Mételos en la nevera un rato, y dáselo a tu bebé para que los muerda. El frío le ayudará a aliviar las molestias. Si lo prefieres, otro remedio para aliviar el dolor de dientes, es dar un masaje en sus encías con aceite de manzanilla.

Picaduras y quemaduras: Tanto para aliviar las molestias de las picaduras de insectos como las producidas por quemaduras, puedes hacer uso de la caléndula. Podrás encontrarla en forma de crema o pomada en cualquier farmacia. La caléndula es ideal para calmar la hinchazón y el enrojecimiento.

Ojos con legañas y conjuntivitis: Para lavar los ojos que presentan un exceso de legañas o aquellos que sufren de conjuntivitis, puedes utilizar una infusión de manzanilla y lavar los ojos varias veces al día con esta infusión.

Costra Láctea: La Costa Láctea es un problema estético, habitual en los niños más pequeños, pero que a veces resulta pesado de solucionar. Utiliza vaselina o aceite de oliva para dar masajes sobre el cuero cabelludo de tu bebé, cepíllalo hacia atrás, y después laváselo, poco a poco irá desapareciendo.

Resfriago o gripe: Para eliminar la tos de un resfriado o gripe puedes recurrir al truco de dejar en su habitación una cebolla abierta durante toda la noche. Si tiene bronquiolitis, puedes hacer uso del clapping, una técnica de masaje manual, que consiste en dar palmadas con la mano hueca por toda la espalda del niño, ayuda a que se rompa el moco y lo elimine. Para que sea más efectivo se recomienda sesiones de cinco minutos. Es muy fácil hacerlo y al niño no le molesta en absoluto. En cambio, si el niño está congestionado, puedes verter en un bol de agua hirviendo de siete a ocho gotas de aceite esencial de tomillo, cubre la cabeza del niño con una toalla y que respire el vapor durante unos minutos. Puede repetirse la operación varias veces al día. Si lo prefieres, también son efectivos los vahos de eucalipto, pero nunca en niños menores de tres años.

Anginas: Para aliviar las molestias que producen las anginas cuando están inflamadas, puedes indicarle al niño que realice gárgaras o gargarismos frecuentes a lo largo del día con agua tibia de avena. Puedes hacer el agua tibia de avena mezclando 50 gramos de avena integral machacada en un litro de agua mineral durante veinte minutos. Una vez superado este tiempo, se filtra y se vierte en un recipiente.

Otitis: Para aliviar la otitis, puedes eliminar el consumo excesivo de la leche de vaca, ya que ésta puede producir otitis de repetición debido al carácter alergénico de la misma. Aunque es lo difícil eliminar los lácteos de la dieta de tu hijo, si sufre muchos dolores de oreja debido a exceso de mucosidad, sustituye durante un tiempo la leche de vaca por otra leche, como la leche de avena o soja.

Existen otros remedios naturales, como las famosas Flores de Bach, en la que se asocia cada flor con un estado de ánimo diferente. Por ejemplo, con las técnicas de las Flores de Bach se usa Mimulus, cuando nos encontramos angustiados o sentimos miedo por algo específico. Tomar dicha flor nos ayudará a superar nuestro miedo y a enfrentarlo con valentía.