Físicamente, el bebé recién nacido, se encontrará acurrucado, ya que esta ha sido su posición dentro de tu útero durante mucho tiempo. Por eso, cada vez que lo mires, podrás comprobar que no tiene las piernas y brazos totalmente extendidos. Poco a poco tu bebé se irá estirando, normalmente a hasta los seis meses no lo hace completamente.
Debido a este hecho, de encontrarse acurrucado en tu útero, el bebé durante sus primeros días de vida se sentirá mucho más seguro y a gusto si se encuentra envuelto en una mantita o toquilla ligera. Dale ese capricho los primeros días de su vida, para que poco a poco se vaya adaptando a la vida fuera del útero.
Por el contrario, en ocasiones notarás que tu bebé reacciona frente a ciertos estímulos, como el llamado reflejo de Babinski, que consiste en la reacción de los dedos del pie de tu bebé, cuando se acaricia la planta de su pie; los dedos se abrirán en abanico como respuesta a este estímulo. Del mismo modo, puede reaccionar al reflejo de marcha o reflejo de caminar, que parece que el bebé puede dar pasitos cuando se colocan sus pies sobre una superficie sólida. Al igual que el reflejo de sacar la lengua, el bebé sacará la lengua cuando se le coloca algo en ella.
Durante los primeros días de vida, tu recién nacido se moverá por instintos, el reflejo de búsqueda, que le ayudará a encontrar tu pecho a la hora de comer. Cuando le tocas la mejilla, los labios o la boca, con tu dedo o pezón, tu bebé los buscará y abrirá la boca. Comprobará que tu bebé, de forma automática, empezará a hacer movimientos de succión.
Como comprenderás tu recién nacido se moverá controlado por la sensación de hambre y sueño. De momento, la comida será lo más importante en la vida de tu recién nacido, seguida del sueño. La mayoría de los recién nacidos comen cada dos o tres horas, tanto de día como de noche. Del mismo modo, los horarios de dormir variarán de un bebé a otro, pudiendo llegar a dormir de 16 a 17 horas diarias, divididas en ocho siestas. Ya hacia finales del primer mes de vida, tu bebé podría desarrollar un patrón de comida y sueño.
A diferencia de lo que muchos piensan, los recién nacidos tiene