Son muchos los padres que se quejan porque sus hijos no les hacen caso, a no ser que les griten o amenacen. Pero para que tu hijo o hija te haga caso, no necesitas llegar a ese extremo. Siguiendo una serie de pautas, conseguirás que tu hijo te haga caso y te obedezca a la primera.

¿Por qué mi hijo no me hace caso?

Los niños no hacen caso por diferentes razones, entre las que cabe mencionar:
– No comprenden las órdenes.
– Se dan varias órdenes muy seguidas.
– No se dan las órdenes convenientemente o se transmite inseguridad o poco convencimiento al darlas. En la mayoría de los casos de hacen en forma de pregunta, como por ejemplo: «¿Quieres lavarte las manos?», o se hace de forma poco clara: «Sé bueno, pórtate bien».
– No hay normas o si las hay, son incoherentes. Se permite hacer lo que no estaba permitido, lo que lleva a los niños a confundirse, y finalmente, hacer lo que quieran, esté o no esté permitido.
– Se incumplen las medidas que se adoptan o castigos que se imponen cuando no hace caso.
– Cada cuidador tiene sus propias normas.
– También puede darse el caso de que el niño sea más tozudo y difícil de manejar.
– Pero el principal motivo por el que el niño no suele hacer caso es porque se ha acostumbrado a que cada vez que desobedecen, no tienen consecuencias.De alguna forma se ha «premiando» el hecho de no hacer caso, al conseguir casi siempre salirse con la suya.

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¿Qué hacer para que mi hijo me obedezca?

Establecer normas. Debemos disponer de una serie de normas, claras, concretas y referidas a los diferentes tiempos, espacios, trato con otras personas y objetos. A medida que pase el tiempo, y el niño vaya creciendo, habrá que ir adaptando las normas según la edad y madurez del niño.

Debemos entender que las órdenes que demos al niño no han de ser caprichos personales, sino referidas a las normas que hemos establecido, formando parte de un recordatorio. Como ejemplo de normas, para que el niño nos haga caso, tenemos:

· Los juguetes se recogen al terminar.
· Se come sentado en la silla.
· Al volver del parque te bañas.
· A las diez te vas a la cama.
· Se cruza la calle cogido de la mano.

Cómo dar las órdenes. Es fundamental asegurarse de que los niños nos escuchan y atienden
cuando le damos una orden, por eso deben ser claras y concretas, y expresar claramente qué estamos esperando que hagan. Deben darse con seguridad y contundencia, y nunca ser una pregunta. En el momento de dar la orden, debemos ir de una en una, evitando atosigar y agobiar al niño. Dejar un tiempo prudencial para que la lleven a cabo. S