Son muchos los padres que se quejan porque sus hijos no les hacen caso, a no ser que les griten o amenacen. Pero para que tu hijo o hija te haga caso, no necesitas llegar a ese extremo. Siguiendo una serie de pautas, conseguirás que tu hijo te haga caso y te obedezca a la primera.
¿Por qué mi hijo no me hace caso?
Los niños no hacen caso por diferentes razones, entre las que cabe mencionar:
– No comprenden las órdenes.
– Se dan varias órdenes muy seguidas.
– No se dan las órdenes convenientemente o se transmite inseguridad o poco convencimiento al darlas. En la mayoría de los casos de hacen en forma de pregunta, como por ejemplo: «¿Quieres lavarte las manos?», o se hace de forma poco clara: «Sé bueno, pórtate bien».
– No hay normas o si las hay, son incoherentes. Se permite hacer lo que no estaba permitido, lo que lleva a los niños a confundirse, y finalmente, hacer lo que quieran, esté o no esté permitido.
– Se incumplen las medidas que se adoptan o castigos que se imponen cuando no hace caso.
– Cada cuidador tiene sus propias normas.
– También puede darse el caso de que el niño sea más tozudo y difícil de manejar.
– Pero el principal motivo por el que el niño no suele hacer caso es porque se ha acostumbrado a que cada vez que desobedecen, no tienen consecuencias.De alguna forma se ha «premiando» el hecho de no hacer caso, al conseguir casi siempre salirse con la suya.