En la actualidad, cada vez se da más importancia a la relajación y a las técnicas que se pueden poner en práctica para liberarnos de los nervios y el estrés. En el caso de los niños, las técnicas de relajación están orientadas principalmente a relajar al niño inquieto o nervioso. Las técnicas de relajación para niños sirven para que de una forma sencilla, los niños puedan concentrarse más fácilmente y se calmen de forma rápida.

Estas técnicas de relajación para niños son ideales para que los más pequeños, y algunos mayores, puedan concentrarse en épocas de exámenes, realizar un descanso entre clase y clase, o entre estudio y estudio; también son prácticas para aquellos niños que muestran miedo o tensión ante determinadas situaciones, como cuando visitan al médico, tienen que hablar en público, etcétera.

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Lo ideal es que una vez que el niño haya aprendido las técnicas de relajación que le hemos enseñado, pueda ponerlas en práctica sin nuestra ayuda, para que las ponga en práctica cuando lo estime conveniente, sin que tengamos que estar presente.

Para enseñarles técnicas de relajación a los niños, deberemos empezar en nuestro hogar, buscando siempre un momento tranquilo y sereno, sin distracciones. Cada familia deberá buscar el momento más oportuno. El mejor método para enseñar las técnicas de relajación es la imitación, por el que el papel de los padres es fundamental, hay que tomárselo en serio. Lo ideal es que el padre o la madre realice primero el ejercicio de relajación, y a continuación el niño le imite. Las sesiones de aprendizaje no deben durar más de quince minutos, para que el niño no se canse, y para que sean efectivas las clases de relajación, debemos ponerlas en práctica durante veinte días seguidos, como mínimo.

El objetivo de esta guía sobre técnicas de relajación es que al final, cada niño, seleccione aquellas técnicas que más le van, le gusten más o crea más efectivas. En este sentido, es conveniente enseñarle al niño poco a poco todas las técnicas que se proponen para que pueda conocer una amplia gama, y que luego sea él quien determine las que va a poner en práctica.

Puedes poner en práctica las técnicas de relajación en cualquier lugar, pero algunas de ellas es mejor ponerlas en práctica en casa, otras son ideales para antes de ponerse a estudiar, entre clase y clase, etcétera. Eso sí, habrá que determinar un orden, nosotros te sugerimos que empieces por las técnicas más fáciles y poco a poco ir añadiendo alguna que presente más dificultad.

Técnica de relajación: Manos y pies

Para empezar con esta técnica de relajación de manos y pies, primero cerraremos con fuerza la mano derecha, y aguantamos contando despacio y mentalmente hasta cinco. A continuación, abrimos la mano con fuerza lo máximo posible, contando de nuevo hasta cinco. Repetimos el ejercicio tres veces. Finalmente para acabar con el ejercicio, dejaremos sentir la mano relajada.

Una vez hayamos acabado con la mano derecha, procederemos a realizar el mismo ejercicio de relajación con la mano izquierda. Luego pasaremos a los pies, realizando el mismo ejercicio, intentando cerrar al máximo los dedos del pie derecho, contando hasta cinco; y seguidamente se abren con fuerza hasta el máximo, volviendo a contar hasta cinco. Repetimos el ejercicio tres veces y continuamos con el pie izquierdo.

Técnica de relajación: Cuello

Para realizar este ejercicio de relajación de cuello, el niño deberá permanecer sentado o de pie. Sin forzar, y de manera muy suave, el niño deberá mover el cuello y la cabeza de derecha a izquierda, un total de cinco veces, como si imitara el movimiento de un péndulo de reloj.

Del mismo modo, puede hacerlo con el movimiento de adelante hacia atrás, o realizando el mismo ejercicio pero dando vueltas con la cabeza, suavemente, también cinco veces.

Rellenar un círculo

Esta técnica de relajación puede ponerse en práctica en cualquier lugar. Consiste en dibujar en una hoja un círculo pequeño, del tamaño por ejemplo de una moneda pequeña, como la de céntimo. Durante el ejercicio el niño deberá rellenar de puntos el círculo, alternando un punto fuerte con uno débil, durante un tiempo aproximado de un minuto.

Buscando tranquilidad

Esta técnica de relajación para niños consiste en buscar un momento de tranquilidad. Para ello, el niño ha de tumbarse boca arriba en el suelo o en la cama, y le indicamos que vamos a medir cuánto tiempo es capaz de permanecer tranquilo, sin moverse y con los ojos cerrados.

Durante ese momento, medimos el tiempo que el niño es capaz de permanecer quieto, en la misma postura. El objetivo de esta técnica de relajación consiste en que llegue a ser capaz de permanecer así tantos minutos como años tenga el niño. Es decir, si el niño tiene seis años, tendrá que intentar permanecer así durante un mínimo de seis minutos.

Ejercicios de respiración

Para realizar este ejercicio de respiración el niño puede permanecer tanto sentado como de pie. Para empezar le decimos que llene sus pulmones de aire, despacio y contando mentalmente hasta cinco. Cuando haya llegado hasta cinco, le decimos que debe aguantar el aire en los pulmones, contando nuevamente hasta cinco, notando la presión del aire. Después, poco a poco vamos soltando el aire, contando hasta cinco. Para finalizar el ejercicio debemos repetirlo tres veces.

Una vez que el niño ya controle el ejercicio, podemos decir que, en vez de contar hasta cinco, empiece a contar hasta diez.

Observar e imaginar

Durante la técnica de relajación de observar e imaginar, podemos escoger un objeto muy simple, por ejemplo un clip. Decir al niño que lo observe durante 10 segundos aproximadamente. Y a continuación cerrar los ojos e imaginarlo en la mente durante otros diez segundos. Así de sencillo.

Usar la imaginación

Como su propio nombre indica, en esta técnica de relajación para niños deberemos usar la imaginación. Para ello, el niño deberá cerrar los ojos e imaginar una sábana blanca muy grande. En esa sábana existe un pequeño punto negro. Mentalmente, deberá acercarse al punto negro y concentrarse en él. El tiempo de ejercicios es de treinta segundos a un minuto, aproximadamente.

Como puedes ver estas técnicas de relajación para niños son bastante simples, pero también has de tener en cuenta que otros aspectos de la vida familiar favorecen que se viva en un ambiente más relajado, evitando los gritos y ruidos excesivamente altos, levantarse con tiempo, darse una ducha o un baño relajado. ¿Con qué técnica de relajación te quedas?

Fuente: Folletos de ayuda a padres y madres. Jesús Jarque García.
www.jesusjarque.com