A pesar de ser el tumor más frecuente entre las mujeres occidentales, el cáncer de mama sigue siendo un gran desconocido. En España se diagnostican más de veinte mil casos de cáncer de mama nuevos al año. La mayoría de las nuevas pacientes confirman que hasta el momento de su detección, conocían muy poco sobre esta patología, y mucho menos sobre el proceso por el cual se van a someter.

Se ha comprobado que las mujeres entre 50 y 70 años, son las que menos informadas están sobre el cáncer de mama, y la poca información que tienen es negativa. Pero eso no es todo, porque actualmente tendemos a evitar la consulta al médico o ginecólogo buscando respuestas en Internet, con lo que obtenemos a veces, la información que obtenemos nos confunde e incluso, puede llegar a asustarnos aún más.

Desde el diagnóstico de cáncer de mama, por norma general, la paciente experimenta un cambio por completo en su vida. Este cambio no sólo le afecta a ella, sino también a las personas que la rodean, ya sean familiares o amigos. La mujer sufre un deterioro, principalmente infundado por el miedo y el desconocimiento, el miedo a morir. Para evitar este miedo, en los casos de cáncer de mama hay que profundizar en la relación médico-paciente. Esta relación debe ser de plena confianza. El médico es el que mejor conoce nuestro problema y el que nos indicará qué pasos a seguir, cómo afrontarlo y nos aconsejará para sobrellevarlo lo mejor posible.