Seguramente, en alguna ocasión, has tenido la necesidad de decirle NO a tu hijo, pero al final entre unas causas u otras, se ha salido con la suya y ha conseguido su propósito. Para que no te vuelva a pasar esto, te vamos a proporcionar las claves de cómo decir NO.
Ya sabemos que decir NO es más fácil escribirlo, sugerirlo y decirlo, que llevarlo a la práctica. Esto es así porque el simple hecho de responder a las demandas de nuestros hijos, a veces, puede generar conflictos. A menudo, confundimos el bienestar con la respuesta inmediata de sus deseos. Pero has de entender que, a veces, una negativa o un NO a tiempo, será beneficioso para su crecimiento personal.
Los niños, desde muy pequeños, han de conocer la existencia de las normas y los límites, y por lo tanto necesitan saber que ciertas acciones no se pueden llevar a cabo. Si nuestros hijos no conocen la existencia de límites, estaremos potenciando sus inseguridades.
Para entender el concepto de cómo decir NO, es tan sencillo como llevarlo a la práctica, por ejemplo: todos estaremos de acuerdo en que un niño NO puede poner los dedos en un enchufe. Para evitar que lo haga, primero le avisaremos diciendo