Si por algo se caracteriza la vida de los más pequeños de la casa, sobre todo en sus primeros meses de vida, es por estar marcada por un crecimiento rápido, en el que se incluyen continuos cambios de hábitos. Por este motivo, debemos hacer que el paso del pecho al biberón, sea lo más natural posible, procurar hacerlo de forma suave y sin estrés.

Para hacer que este gran paso en la alimentación del bebé, del pecho al biberón sea todo un éxito, puedes seguir las pautas que te indicamos a continuación.

El primer paso para hacer el cambio del pecho al biberón será consultar a tu pediatra, exponer las razones por lo que deseas o debes dejar la lactancia materna y que él, mismo te aconseje cómo hacerlo. Tu pediatra mejor que nadie te indicará cuál es la mejor leche de continuación que puedes darle a tu pequeño y qué pasos seguir.

Si ya has tomado la decisión de pasar el pecho al biberón, deberás introducir el biberón de forma paulatina, para que tu bebé se acostumbre al sabor y textura de la nueva leche. Lo ideal será empezar con una única toma al día, y poco a poco, ir aumentando la dosis, mientras se alterna pecho con biberón. Empieza por aquellas tomas en las que el pequeño tenga menos hambre, y deja para el final la primera y última toma del día.

No todas las leches de fórmula o leches de continuación tienen el mismo sabor y textura, por lo que deberás ofrecer a tu bebé la leche que mejor se parezca a la leche materna. Y a la hora de preparar el biberón, comprueba que la leche ha quedado bien disuelta y que no queden incómodos grumos.

Además, de procurar que la leche tenga la textura idónea, también deberás buscar un biberón que simule el pecho de la madre. En el mercado existen muchos modelos de biberones, con formas y texturas diferentes para adaptarse a todas las etapas de los bebés. El primer biberón deberá ser de textura suave y fácil de succionar. Aprovecha tu leche materna para las primeras tomas con biberón, para que tu pequeño, se vaya acostumbrando poco a poco a succionar y perciba menos diferencias.

Si durante alguna de las primeras tomas con biberón tu bebé no quiere tomar leche, no le des el pecho hasta que no se acerque la hora de la próxima toma. Seguramente tome el biberón sin forzarlo. Si aún así se resiste, y te sientes nerviosa, opta por pedirle ayuda de otra persona, para que le ofrezca el biberón de forma más calmada.

El paso de pecho al biberón es un cambio muy grande, por eso lo mejor es elegir el mejor momento. Evita que este cambio coincida con otros eventos de la vida del bebé, para evitar ansiedad.