Después de varios intentos, cuando la desesperación empieza a entrar, el estrés comienza a formar parte de la vida de pareja, haciendo de las suyas, evitando la fertilidad. Se ha demostrado que la mayoría de las parejas que acuden a consulta por supuesta infertilidad, no presentan ninguna causa fisiológica, que les impida embarazarse. En La mayoría de los casos, el problema que tienen suele ser el estrés, pudiendo caer hasta en un círculo vicioso, dado que el estrés causa problemas de fertilidad, y del mismo modo, la infertilidad causa estrés.
En el caso de las mujeres, un alto nivel de estrés o nerviosismo puede cambiar sus niveles hormonales, causando una ovulación irregular y espasmos en las trompas de Falopio, lo que sin duda puede alterar la fertilidad. Algunas mujeres con altos niveles de estrés, pueden sufrir de contracciones uterinas, que aunque sean débiles y casi imperceptibles, puede afectar del mismo modo a la implantación de los embriones. Pero el estrés no sólo afecta a la mujeres, también afecta a los hombres. Un hombre con niveles altos de estrés puede disminuir la producción de espermatozoides.