La figura del padre:

Antiguamente el padre representaba al figura de autoridad del hogar, y su presencia afectiva no era indispensable ni considerada necesaria en la educación de los niños. Afortunadamente eso ha cambiado y hoy en día, sabemos que la figura del padre ejerce una influencia muy positiva en la formación de la personalidad del pequeño, desde que es un bebé.
El padre siempre ha sido el representante de la ley, la autoridad y la seriedad para los hijos, e incluso para sus parejas. Cumplía con un rol de principal encargado de decir “no”, reprochar y castigar, si fuera necesario. Además, de ser el mayor responsable económico del hogar, dejando en este sentido a la madre en un papel secundario, siendo la encargada del lado emocional en las relaciones padres e hijos.

Cambios en la figura del padre: