Por tradición o costumbre, cuando tengas un bebé llegarán a tus oídos muchas ideas y mitos erróneos acerca de cómo cuidar a los más pequeños. En esta guía te presentamos los más habituales y te indicamos el motivo de por qué es necesario desecharlos u olvidárlos.

Entre los mitos más populares nos encontramos con el de «Culito rojo: pañal de tela». El culito rojo del bebé está provocado por lo que se conoce como Dermatitis del Pañal, una irritación de la piel cubierta por el pañal, que se manifiesta por un enrojecimiento de bordes bien delimitados, más o menos doloroso al contacto, según su intensidad. Se trata de un trastorno muy frecuente y su aparición se debe, principalmente, a la humedad que se crea entre la piel y el pañal, pero también puede deberse a la acción corrosiva del amoníaco contenido en el pipí, y a los microorganismos y enzimas presentes en las heces.
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Para hacer frente al culito rojo o dermatitis del pañal, el viejo remedio consistía en sustituir los pañales de usar y tirar por los de tela (aquellos compuestos de lino o algodón, principalmente). Debemos olvidar esta creencia, ya que los pañales de lino y algodón se impregnan rápidamente de pipí, y tienden a pegarse en la piel, aumentando la humedad local y favoreciendo la aparición y multiplicación de microorganismos, como Candida Albicans, principal implicada en la dermatitis del pañal. Lo mejor, será cambiar el pañal lo antes posible, no dejándolo durante mucho tiempo húmedo en el culito del bebé.

Otro de los grandes mitos populares referentes al recién nacido es del de «No bañar al bebé, hasta que se le caiga el cordón umbilical». Como ya sabrás el cordón umbilical permanece pegado durante una o dos semanas después del nacimiento. La completa cicatrización del ombligo requiere, sin embargo, algunos días más, que debemos cuidar para evitar una posible infección.

Antiguamente, se creía que la mejor opción era la de no bañar el niño hasta que se le cayera por completo el cordón umbilical, por temor a que con el contacto del agua, se ralentizara esa caída o se infectara. Sin embargo, en la actualidad, se ha demostrado que el baño no provoca ningún problema en cuanto al cuidado del cordón umbilical. Lo importante es que se trate de un baño rápido y se seque con mucho cuidado y especial atención, envolviéndolo posteriormente con una gasa estéril que lo mantenga seco.

Siguiendo con el listado de mitos relacionados con el cuidado del bebé, nos encontramos con aquel que dice que hay que «Untar el chupete en miel para tranquilizar al bebé». Hemos de reconocer que el chupete es una alternativa para tranquilizar al bebé y favorecer su sueño. El chupete satisface sus necesidades de succionar y le sirve para desestresarse o tranquilizarse.

Antes se tenía la creencia de que untar el chupete en miel, azúcar o algún otro dulce el niño tomaría el chupete como algo más apetitoso. Sin embargo, en estas edades no hay que ofrecer ni miel, ni azúcar al bebé, porque aumenta el riesgo de caries, si ya le ha salido algún diente, además de que el bebé se puede acostumbrar al sabor dulce, y rechazar otros sabores.