Como ya hemos comentado en alguna otra ocasión, cada niño sigue su propio ritmo de dentición, por eso muchas madres nos preguntamos cuándo debemos llevar a nuestro hijo por primera vez al dentista, debido a la importancia que tienen los dientes en muchos procesos de nuestro organismo (masticación y, como consecuencia, en el de la digestión).

Para dar respuesta a la pregunta «¿Cuándo se debe acudir al dentista por primera vez?», es conveniente llevar al niño a hacer una visita al dentista una vez le haya salido el último molar. Suele ser alrededor de los tres o cuatro años, según el calendario de dentición.

La primera visita al dentista está orientada, principalmente a controlar que los dientes de leche, que le han salido al bebé, están sanos y efectuar una prevención correcta de las caries, descubrir con precocidad las posibles anomalías esqueléticas de la boca, debido al uso del chupete, por chuparse el dedo o alguna otra deformación congénita, y finalmente para descubrir y desarraigar cuanto antes estas las malas costumbres, como chuparse el dedo pulgar, introducir la lengua entre los dientes, comerse las uñas o comer caramelos.
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En el caso de que a tu hijo le tarden en salir los dientes, será el mismo pediatra el que debe controlar que la salida de los primeros dientes se produzca dentro de unos límites de tiempo normales, aunque este periodo de tiempo es muy amplio. Siguiendo el calendario de dentición, y prologando cada periodo, los dos primeros dientes deben salir antes de que el niño cumpla los doce o catorce meses de edad. Dentro de los primeros veinte meses, tiene que tener toda la dentición de leche, aproximadamente dentro del tercer año de vida.

Si observas un retraso respecto a estos límites máximos, tendrás que consultarlo con tu pediatra, puede deberse a una desnutrición grave, y no a una ligera carencia de calcio o de vitamina D, como se suele decir de manera errónea, o a determinadas y muy raras enfermedades congénitas. Éstas obstaculizan el desarrollo de los tejidos que forman los dientes, los cabellos y el cristalino del ojo.