La Psicomotricidad es la disciplina que, basándose en el cuerpo de cada uno, se ocupa de la interacción que se establece entre la emoción, el conocimiento y el movimiento de nuestro cuerpo, y de su importancia para el desarrollo de la persona, así como de la capacidad para expresarse y relacionarse con el mundo. La Psicomotricidad aborda a la persona desde la meditación corporal y el movimiento. Nos podemos referir a la Psicomotricidad como al control del propio cuerpo, bien al control de cabeza, tronco, brazos y piernas, que se denomina Psicomotricidad Gruesa, o bien, al control de manos y dedos, denominada Psicomotricidad Fina.
La Psicomotricidad está muy relacionada con el nivel de maduración del niño. Pero en ocasiones, es necesario ejercitarla para que se desarrolle adecuadamente. Por este motivo, te vamos a presentar una lista de ejercicios que sirven para estimular aquellos aspectos de la psicomotricidad que se consideran más necesarios. Estos ejercicios de psicomotricidad no están recomendados para niños con trastornos físicos mayores, como aquellos que presentan parálisis cerebral, ya que estos niños necesitan una rehabilitación más concreta, indicada por un médico especialista. Los ejercicios de psicomotricidad que te vamos a proponer, están diseñados para niños que necesitan estimular o ejercitar su psicomotricidad, y pueden realizarse por los padres.
Para realizar estos ejercicios de psicomotricidad con el niño, debemos seguir dos normas básicas. La primera hace referencia a la seguridad: debemos realizar ejercicios que no supongan ningún peligro para el niño, y a la vez, transmitirle al niño la seguridad que necesita cuando haga los ejercicios, en su medida justa. Recuerda que, a veces al intentar transmitir demasiada protección se transmite inseguridad. La segunda norma que debemos cumplir con los ejercicios de psicomotricidad es la de hacerlos de forma gradual, ofreciendo primero más ayuda, y poco a poco, ir reduciéndola, hasta que los niños sean totalmente autónomos.
Es muy importante que plateemos los ejercicios de psicomotricidad como un juego, en el que pueden participar todos los familiares que quieran, y las sesiones deben ser diarias, durante un tiempo mínimo de quince minutos.