Nadar con tu bebé es una de las actividades más divertidas,agradables y un buen ejercicio, que puedes realizar con tu bebé, y no sólo en verano, también en cualquier época del año, en piscinas y centros deportivos climatizados adecuadamente.

Puedes llevar a tu bebé a la piscina a los pocos meses de edad para que se divierta en el agua y pierda el miedo que le pueda tener, además de aprender algunas medidas de seguridad como la flotación de supervivencia y hacer burbujas con la boca bajo el agua (para no tragar agua). También podéis jugar a dar patadas con sus piernas, mientras lo sujetas con firmeza, para que poco a poco aprenda algunos movimientos de natación considerados básicos. Aunque en un principio pueda ser un juego divertido, has de tener en cuenta que, hasta su primer año de vida no empezará a coordinar a la perfección sus movimientos.

Para que tu bebé se divierta en el agua, y no le coja miedo, puedes dejar que juegue y chapotee tanto dentro de la bañera, como en la piscina, con sus juguetes, enséñale a salpicar y hacer burbujas soplando bajo el agua. Si tu bebé ya tiene más de seis meses, podrás sentarlo en el borde de la piscina y mientras le cantas una canción llevarle hasta el agua de un salto. Repite la operación y verás como se ríe. De la misma forma, y a medida que se sienta más agusto en el agua, se os ocurrirán más juegos con los que pasar un buen rato, mientras hace ejercicio.