Muchas madres y padres se quejan de que sus hijos sólo toman determinados alimentos, negándose a probar cosas nuevas. En otros casos, los padres se quejan de que sus hijos no quieren comer fruta o verdura. Originariamente, este comportamiento suele estar relacionado con el instinto de supervivencia ancestral de los seres humanos, para disminuir el riesgo de que se pudieran producir enfermedades con la introducción de un nuevo alimento. En la actualidad, los niños rechazan la comida por miedo a lo desconocido, en este caso a probar algo que no les guste, por sabor, olor o textura. Existen niños que, cuando prueban algo nuevo, son incapaces de comerlo, llegando incluso a vomitarlo.

Antes de establecer unas pautas a la hora de probar nuevos alimentos, hay que especificar que para que un niño o niña llegue a decidirse a probar un nuevo alimento, habrá que ofrecérselo varias veces, entre ocho o diez, como mínimo, por lo que hay que armarse de paciencia.

A la hora de probar nuevos alimentos, conviene seguir una serie de pasos o consejos. Estos pasos son:

1- Elaborar un menú semanal: Es muy práctico dispones de un menú semanal. Para hacerlo más apetecible para tu hijo, puedes dejar que te ayude a hacerlo. La elaboración de un menú semanal tiene como ventaja el no tener que pensar qué hacer cada día de comida, poder planificar las compras, favorecer una dieta sana y equilibrada. En este menú semanal incorporaremos algunos de los nuevos alimentos que queremos ofrece a nuestros hijos.

2- No forzar al niño: A pesar de incluir el nuevo alimento en el menú semanal, nunca deberemos forzar al niño u obligarle a probar comida nueva. Este hecho suele ser contraproducente, al poder coger manía al alimento en cuestión. Lo mejor es no forzarlo.

3- Ofrece el alimento con perseverancia: Ofrece el nuevo alimento al niño de manera continua, por ejemplo cada dos o tres días, durante el primer mes. Si directamente, el niño se niega a probarlo, no lo obligues, pero haz un segundo intento. No desistas con el primer NO del niño o de la niña. Si te dice que no lo quiere, no se lo quites de la vista, deja el nuevo alimento cerca, por si se anima a probarlo más tarde. Hay niños que les gusta probar las cosas cuando nadie están mirando.

Ahora bien, si ha pasado un mes, y el niño sigue negándose a probar el nuevo alimento, se lo dejaremos de ofrecer durante un tiempo, de veinte a treinta días, por ejemplo. Pasado este tiempo lo volveremos a intentar.

4- Dar ejemplo: No podemos pedir a nuestros hijos que prueben un nuevo alimento, sin hacerlo nosotros antes. La mejor forma de dar ejemplo es tomar ese alimento con regularidad. Si tu hijo es pequeño puedes exagerar las muestras de satisfacción tras su injesta, decir por ejemplo que está buenísimo. Si tu hijo ves que tú mismo rechazas el alimento, ellos harán los mismo sin pensárselo.

5- Deja que pruebe de tu plato: Sobre todo, los más pequeño de la casa cuando quieren probar un alimento nuevo, prefieren hacerlo de nuestro plato. No le niegues esta opción. Otra posibilidad es decir a los más pequeños de la casa que te ayuden a acabar tu plato. Es una buena estrategia para que el niño pruebe alimentos nuevos sin, a penas, darse cuenta.

6- Un nuevo alimento como acompañamiento: A la hora de probar nuevos alimentos, una buen opción es servir aquellos aliemtnos nuevos como acompañamiento o guarnición de un plato principal. Elige siempre un plato que les guste, y nunca pongas el alimento nuevo como plato principal, hazlo en pequeñas cantidades y animándole a probarlo, pero sin forzarlo.

Si finalmente, el niño se niega a probarlo, puedes decirle que lo deje a un lado del plato y que coma el resto. Recuerda que, incluso la fruta puede ofrecerse para acompañar algunas de las comidas principales.

7- Presentación atractiva: A la hora de ofrecer un nuevo alimento para probar, la simple idea de presentar el nuevo alimento de una manera más atractiva ayuda. Por ejemplo, a la hora de probar verduras, puedes elaborar unas deliciosas brochetas de pollo u otra carne, acompañada de verduras o frutas. Las brochetas presentan diferentes colores, al igual que las macedonias. También puedes utilizar un molde o vaso para darle a tus platos una forma atractiva. Realiza la forma de una cara y pinta los detalles con salsas, etcétera.

8- Elogiar los intentos: Cada vez que el niño haga un nuevo intento por probar nuevos aliemntos, tendremos que elogiarlo, así como realizar muestras de satisfacción, independientemente de si luego el alimento les gusta o no. El hecho principal es probar el nuevo alimento.

9- Camuflar el nuevo alimento: Si finalmente, ninguno de los pasos anteriores funciona, y el niño sigue negándose a probar un grupo de alimentos importantes, como fruta o verdura, siempre te quedará la opción de camuflarlo, haciendo creamas, purés, batidos, papillas o mezclarlos con otros alimentos, como por ejemplo: yogur. Ofrece el nuevo alimento al niño con un nombre original. Siempre resultará más tentador tomarse un puré o batido de cocodrilo que un puré de acelgas.

Fuente: Folletos de ayuda a padres y madres. Jesús Jarque García.
www.jesusjarque.com